Las pasadas vacaciones de Semana Santa tuve la oportunidad de visitar unos de los “pueblos mágicos” más bonitos: Taxco de Alarcón, un lugar lleno de historia y hermosos paisajes. Ubicado en la región norte de Guerrero.
Llegamos un miércoles por la mañana y apenas arribamos nos dirigimos a la estación del teleférico que sube casi 200 m hasta el hotel Monte Taxco. Desde la cabina tomamos las primeras fotos panorámicas del pueblo, con la elegante silueta de la Parroquia de Santa Prisca y San Sebastián dibujándose en el centro.
Posteriormente y con un poco de hambre nos dirigimos a nuestro hotel “Posada la Misión” en el cuál pudimos observar una vista panorámica de la parte de atrás de este bello pueblo y por supuesto disfrutamos de unos deliciosos platillos regionales.
Posteriormente nos dirigimos al Templo de Santa Prisca, uno de los ejemplos más excepcionales del barroco mexicano, el cual se convirtió en el escenario del Huerto de los Olivos, representado por una escenografía montada por los participantes. Lo curioso de este acontecimiento son los asistentes que llegan con distintas especies de aves y pericos en jaulas.
Seguido de este acto a las 9 de la noche, fuimos participes de una procesión que partió desde el Templo de la Santísima Trinidad, donde se reúnen imágenes provenientes de otros templos de este Pueblo Mágico. Los tradicionales penitentes también tuvieron lugar en este evento; así como las animas que pagan sus errores o penitencias arrastrando cadenas en los pies en una posición poco incómoda y dolorosa.
Sin más por el momento y gracias a la intensa actividad que vivimos decidimos ir a descansar a nuestro hotel para descansar ya que el día siguiente estaría lleno de actividades. Empezamos por desayunar es un lugar muy tradicional de Taxco, llamado el “Vikingo” con su excepcional pan recién hecho y un exquisito café mientras disfrutábamos la belleza inigualable del pueblo, desde la terraza del restaurante.
Como sabemos Taxco es un pueblo minero, por lo que no visitar los locales donde se encuentra la más fina plata, hubiera sido un gran error. Nos paseamos entre miles de tiendas que se encuentran a lo largo de las principales calles, observando un extenso surtido de accesorios y hermosos ornamentos.
Por la tarde fuimos testigos de la procesión de los “Cristos” en la cuál se notaba la esencia de los participantes y su adoración por estas celebraciones, sin duda alguna visitar Taxco y sobretodo en Semana Santa es una actividad que no pueden dejar de hacer y a pesar de que es un pequeño lugar te dejara envuelto de magia y grandes satisfacciones y aún demasiadas actividades por hacer.